“Al artista le dicen méndigo, y al bandido le dicen firma”. Esas fueron las palabras de un artista de rap en una de sus ponencias magistrales en el transporte público de Cali. Desde siempre hemos vivido en una sociedad de cambio, pero no de uno constante: sino de uno conveniente en el que validamos o invalidamos situaciones por quién las dice, por cómo se dicen, o si se dicen. En una sociedad así se torna peligroso una opinión, porque se puede convertir en dogma, un tweet, porque se puede convertir en funa, una foto, porque se puede convertir en validación; y así con cualquier tipo de expresión humana.
Las personas ya no miramos las cosas en sí, sino si lo que se dice es conveniente para su narrativa, y en ese sentido, ya las discusiones de fondo se perdieron. Desde esa necesidad, y no de manera mesiánica, sino coherente con una postura abierta de opinión, existe este blog. Aquí encontrarás guías, reflexiones, eventos, que giran alrededor de un mundo curioso que tiene ciudadanos inconformes.
Aquí, no encontrarás dogmas, ni datos absolutos. Aquí encontrarás dudas fundamentadas, reflexiones basadas en problemas teóricos, y guías que pretenden servir a esta sociedad. Mi nombre es Cristhian Moreno, y soy un méndigo más, en una sociedad plagada de firmas.
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